LOS ADOLESCENTES Y LAS REDES SOCIALES

El blog http://eduticsantafe.blogspot.com habla de las publicaciones digitales:  "Los adolescentes y las redes sociales".

La OEI comenta que las horas que pasan los adolescentes en internet, sobre todo en redes sociales tipo Tuenti o Facebook, no son en absoluto tan peligrosas como empiezan a pintarlas algunos medios de comunicación ni una pérdida de tiempo como insisten en señalar desde generaciones anteriores. 

Les pareció muy interesante y echaron un vistazo a un estudio realizado por la MacArthur Foundation, en el que analizaron a 800 jóvenes en Estados Unidos durante tres años.

La conclusión de este estudio es que el tiempo empleado por los adolescentes en redes sociales resulta valioso porque cultivan habilidades sociales y técnicas. El estudio señala dos tipos de interacción con los medios digitales: uno motivado por mantener el contacto con los amigos durante todo el día  y otro motivado por otros intereses que implican el acceso a contenidos y comunidades centradas en una temática como podría ser la búsqueda de información de calidad.

A continuación la EOI explica que son las redes sociales. Estas son “comunidades virtuales”. Es decir, plataformas de Internet que agrupan a personas que se relacionan entre sí y comparten información e intereses comunes. Su objetivo principal es contactar con gente, bien sea para reencontrarse con antiguos lazos o para generar nuevas amistades.

Pertenecer a una red social, permite al usuario construir un grupo de contactos y crear “listas de amigos”. Estos pueden ser amigos personales o amigos de amigos, e incluso pueden ser contactos que se conocieron por Internet.

Yo pienso que es importante para los padres esta información, ya que la mayoría piensa que las redes sociales es una perdida de tiempo y muy peligrosas porque no saben con exactitud con quien hablan sus hijos. Deben darse cuenta que si se usan adecuadamente es muy beneficioso para sus hijos. Los padres deben enseñarles a usar correctamente estas redes, informales de los peligros y no de manera obsesiva controlarles.